Hola familia, aquí tenéis algunas de las vivencias de nuestros amigos y participantes en los festivales… si queréis mandar la vuestra lo podéis hacer a danieldlca@yahoo.es y si todavía no has vivido un Spiritual Dance Festival os lo recomendamos muy mucho ;) tenéis más info sobre nuestros encuentros y actividades en esta misma página... un abrazo de luz a tod@s...
Cristina – Murcia
La experiencia vivencial allí fue muy bella, para mí fue como estar en casa, me sentí más yo que nunca, en paz, muy acogida, y mi alma disfruto como una niña. En cuanto a los cambios, han sido más bien hacia el interior que hacia el exterior, toda la energía que me lleve de allí me ha acompañado meses posteriores y ha removido muchas cosas, me ha dado más fuerza, y mi entorno está cambiando, me están llegando cosas a mi vida maravillosas, y estoy empezando a poner en práctica los conocimientos aprendidos en neuropatía y la sabiduría e intuición que tengo dentro, ayudando en la medida de mis posibilidades y tiempo a gente que estoy conociendo en mi camino. Yo animo a cualquiera a vivir la experiencia del Festival Spiritual Dance aunque sea solo una vez en la vida. Un abrazo enorme.
Josep – Barcelona
MI primer spiritual dance fue una noche de fin de año, empezando el 2012. Al primer festival que se hizo en noviembre no fui, probablemente preso de mis miedos y resistencias pero este no me lo podía perder, el video de promoción del evento de noviembre con la sensual voz de la chica, me decían: tienes que ir!!, pura intuición.
Fue una noche mágica, fui solo, lanzándome al vacío, sin saber muy bien lo que me iba a encontrar. No perdía nada, podía ser una manera original y peculiar de empezar el año lejos de alcohol, convencionalismos y demás, sin embargo algo me decía que lo pasaría bien, y que sería un pequeño pasito para que algunas cosas en mi vida cambiaran, que cosas?. La gran pregunta...
Fue el primer paso para empezar a relacionarme de una manera más auténtica, conectar con personas que están en la misma sintonía, que miran dentro de ellos mismos y viven su espiritualidad y vida de una manera intensa y verdadera, buscadores de su verdad. Desde hacía tiempo buscaba un cambio en esta área de mi vida. El reto era claro: dejar atrás personas, lugares, hábitos y formas de relacionarme que habían caducado y que ya no me llenaban. Mi ser necesitaba algo autentico, con un aroma diferente. Puedes llamarlo espiritualidad, amor, conexión...
Recuerdo un sincero abrazo de Dani con una chica esa noche, aquella imagen se me quedó grabada en las entrañas. Eso era lo que necesitaba mi ser, más abrazos auténticos.
Derrumbar barreras, atravesar el miedo, abrirse a gente, traspasar tu propia vergüenza, dejar de ser quien crees que eres y soltar todas las etiquetas que tienes respecto a ti, a los otros, hacia el mundo. Sentirte vulnerable, frágil, un niño que lo único que quiere es jugar, pasar un rato divertido en compañía de otros seres humanos normales y corrientes como yo, pero a su vez únicos e inigualables.
Otra de las cosas que apareció en mi vida: el baile. Nunca fue una actividad que me inspirara, hasta esta esa noche. Quizás porqué nunca lo había probado “en serio” o quizás solo por miedo a hacer el ridículo. Ahora puedo decir que esta actividad que rechazaba, puede ser realmente terapéutica, armonizadora para el cuerpo y la mente. Técnicamente sé que soy un bailarín mediocre y no sé si muy agradable de observar, pero me divierte, es una gran manera de reírse de uno mismo, encontrar nuevas formas de mover el cuerpo, de meditar...
Y esta es mi historia con los spiritual dance. Desde entonces intento no poderme ninguno, gracias Daniel!!!
Carol – Argentina
Muchas veces en la vida nos sentimos sin aliento, solos, en busca de una salida a nuestros problemas y aunque sintamos que por el momento no tengan solución necesitamos algo que nos haga olvidar, sentir paz, liberación… Con esa idea fui al festival.
SDF fue para mí un bálsamo, una ducha fresca en una calurosa tarde de verano. Pude a lo largo de una semana descubrirme a fondo, ver mis debilidades y también pude perdonar. Conocí personas increíbles con las mismas necesidades que yo y aprendí a compartir sin prejuicios, a liberarme del miedo al qué dirán y redescubrir la niña en mi interior por medio del canto, el baile y la risa.
Parece extraño, pero nace naturalmente cuando las personas se reúnen en un ambiente sano… sentir ganas de vivir. Ahora tengo la necesidad de invitar a todos mis amigos a que se dejen llevar por ese amor que somos y tanto nos cuesta expresar.
Marta – Madrid
Entre 2012 y 2013 comenzó mi “despertar hacia dentro”. Como sabe todo aquél que se encuentre inmerso en algo así, se trata de un camino personal que se recorre durante toda la vida. En este contexto, el universo me echó un capote mostrándome el Spiritual Dance Festival. La asistencia a este festival el pasado verano fue realmente enriquecedora, no solo por los talleres en sí mismos ni por el maravilloso enclave en el que se desarrolló, sino especialmente, por la gente con la que tuve el privilegio de compartirlo. Gente muy dispar, en diferentes momentos de auto-desarrollo, pero al mismo tiempo muy cercano y cálido, siempre dispuesta a colmarte de su energía mediante el abrazo. De esta experiencia, además de lo aprendido y del recuerdo imborrable, me queda el contacto con personas (no demasiadas, pero suficientes), que a día de hoy juegan un papel fundamental en mi vida. Es cierto, la toma de conciencia y el crecimiento personal son procesos personales e intransferibles, pero al menos bajo mi punto de vista, resulta imprescindible el intercambio de ideas, de conocimiento y de energía. Y es ahí donde encuentros como el SDF pueden llegar a ser determinantes.
Leticia – Barcelona
Para mí, el participar por 1ra vez en un evento SDF ha sido un descubrimiento de personas que al igual que yo, buscamos la verdadera esencia de la vida, el ser consciente y el estar. (SDF Sep. 2013)
El SDF me ha dado la oportunidad de brillar, de dar y de recibir luz y amor. Especialmente Alcocer ha sido un lugar mágico donde sin palabras, la conexión se fortalecía y simplemente fluimos. El cambio más grande fue de abrir mi corazón, de sanar y de motivarme a seguir este camino.
Gracias por ayudarme a confiar y mirar con una perspectiva hermosa hacia la vida.
Amaia – Tarragona
Hay momentos en los que sientes que no avanzas, estancamiento, recogimiento, retiro...aceptarlo como parte de nuestro proceso de evolución es un gran paso. Pero llega el día en que sientes volver a empezar a andar y fue entonces cuando la vida me regaló el encuentro virtual con Daniel de la Cruz; regalo que me permitió disfrutar de un fin de año extraordinario. Excelentes personas con muy buena vibra y un acogedor espacio donde viví una experiencia inolvidable que repetiré tantas veces como me sea posible. Mil gracias Daniel por ser.
Idoia – Euskadi
Como viví las vacaciones: el espacio y las personas y tantos terapeutas durante todo el día fue un lujo que hizo muy fácil que estuviese conectada conmigo misma profundamente y con otros y sentir de nuevo la alegría. La fe en otros hermanos y el disfrutar. Mi hijo encontró un espacio seguro en el que se sintió respetado, acogido y pudo ser y expresarse naturalmente sin límites.
Laura – Badalona
Para mí SDF, son momentos únicos y sensacionales los que he vivido allí, y lo que se crea con la gente, las risas, los llantos, los encuentros, los momentos, la magia que allí se mueve y las cosas que despiertan dentro de una. Espacios sagrados, me he sentido respetada, comprendida, te ves en tantos espejos, en tantas miradas, te reconoces en tantos momentos con el otro. Une mucho a las pesonas, sdf refleja para mí las relaciones en la vida cotidiana también, no solo es bailar o moverse u oír musica...se te hace ver y sentir que es lo que se mueve dentro de ti en cada baile en cada musica, en cada movimiento. Y el creador Dani, para mi gran persona, gran amigo, generosísimo y autentico!
Alessandra – Barcelona
Como experiencia personal, puedo decir que descubrí una nueva forma de pasar mis vacaciones, he encontrado personas con un interior tan rico que me he quedado prendada de ellas y hoy son mis amigas, he encontrado una persona especial que a pesar de la distancia nos tenemos mucho cariño y siempre que podemos compartimos momentos especiales juntos y de forma general es un evento para liberarte de la presión del día a día de forma compartida con otras personas que vibran igual que tú y si no es así sales de allí vibrando en la misma sintonía de lo demás, yo personalmente me sentí muy feliz de haber ido y descubierto lo que me perdía.
Obi - Barcelona
Tot en la vida arriba quan ha d’arribar. Fa no gaire temps que vaig, per fi, entendre-ho... Però malgrat tot em va caldre una volta de 680 km fins fer cas al meu cor, i arribar a Alcover, a l’Spiritual Dance. Potser també volia mastegar la intuïció de que res no seria de nou el mateix, de que la gent, les experiències, l’amistat i l’amor marcarien de nou un abans i un després. I sobretot, mastegar l’atracció de la dansa, darrerament cada cop més clara, i des llavors en endavant omnipresent, vital, vehicle i fi, font de vida i d’estimació. Va ser una petita volta d’uns quants quilometres, i d’uns quants anys, però el camí també forma part del gust d’arribar a refugi i trobar-te amb els teus, amb els que estimes i t’estimen. Gràcies a tothom.
Eva – Baix Llobregat
Unos meses antes del Spiritual Dance Festival, la vida me hacía pasar por una de las experiencias más amargas que había experimentado. Me envolvían sentimientos como la pena, el dolor, el desconsuelo, la rabia, la tristeza, la humillación, la desconfianza, la infidelidad, me sentía pequeña ante tanta oscuridad, perdida en el camino de la vida. El 25 de agosto de 2013 me comprometía con la persona que más amaba, se cumplían mis sueños desde que era una niña, y a la vez el sueño de unos padres de ver casar a su hija. En aquel momento no entendía nada, parecía estar viviendo en una pesadilla, no podía creer estar pasando por esa situación, surgían en mí, tantísimas preguntas que no tenían respuesta… No recuerdo, como apareció en mi camino información de un evento que era totalmente desconocido para mí. Spiritual dance festival, sin saber por qué algo de mí, me decía que tenía que ir, sin conocer a nadie ni de que se trataba, decidí coger la tienda de campaña , el coche y dejarme llevar por esa sensación.
El hasta llegar aquellas mágicas montañas fue especial como el recibimiento y el encuentro con las primeras personas, en los primeros momentos de mi llegada me sentía cohibida pero de repente salió un grupo de personas por el jardín y me envolvieron de abrazos y sensaciones que jamás olvidare, sin conocer a nadie y sola ante aquella nueva experiencia empecé a sentir la libertad, el amor, la magia de los corazones.
Los talleres parecían bordados para mí, trabajando la confianza, el miedo, la vergüenza, el “amor incondicional” no olvidare el taller de Tanta donde nos tapamos los ojos y teníamos que ir tocando a las personas que nos encontrábamos y dejar sentir todas las sensaciones, ese masaje de un desconocido que me hizo sentir algo jamás sentido dejándome querer, tocar, sentir simplemente con el sentir sin saber quién era esa persona ahí comprendí lo que es el amor incondicional, podría explicar tantas sensaciones de mis vacaciones en el spiritual que no sería posible en un solo folio. Mi encuentro conmigo misma liberándome de tal dolor que me hizo perder la esencia de la vida…llenándome de nuevas experiencias y sentimientos olvidando mis cargas y llenándome de Amor con el taller de Tanta, limpiando mi alma por un lado, mi cuerpo con las clases de Afro yin y la alimentación alejada del café que jamás pensé que podría pasar una mañana sin mis típicos desayunos, sin echar nada ni a nadie de menos. Siendo consciente del crecimiento personal y espiritual.
Todo mi recuerdo sobre esta experiencia el día de hoy me hace vibrar con las mismas sensaciones, fue y es un empujón para seguir caminando en mi camino de la vida dando gracias por todo sintiéndome feliz, completa y deseando volver a repetir. Con estos pequeños detalles dejo mi pequeña historia. Agradeciéndole a Daniel de la cruz por su Amor y por hacer posible que nos podamos encontrar en el camino. Mucha luz y amor.